En aquellos remotos tiempos estaba yo ya convencida para estrenar la temporada triatletica en el festival del triatlón esprint de Barcelona, Andreu, al que ya conocéis, mi conciencia triatletica hecha carne y hueso, no paró hasta que hice la inscripción.
Mandé el Fax y la transferencia por la mañana de un 20 de Julio del Pleistoceno Blogueril y por la tarde recibo una llamada de la federación de triatlón de Cataluña haciemdome una propuesta muy muy deshonesta y muy muy halagadora.

Como el campeonato de triatlón de España en Vinarós, por comunidades, necesita veteranas , me llaman a filas para defender la bandera; de nada sirvió advertirles de mi condición de cierra-carreras, inútil fue describirles la penosa imagen que para Catalunya sería el que una participante suya fuese la última, no retiraron su oferta y aquí me veo yo renunciando al festival de Triatlon de Barcelona para ir a competir de verdad, de verdad de la buena. Reina por un dia!
Me ataqué de los nervios durante toda la semana y ataque a los de mi alrededor, y por fin el día D subimos a un autobús, yo y mi bici, esta última cómodamente asentada en un trailer diseñado a tal efecto, con las idem de los otros.
Los otros eran el resto de reclutados, triatletas y triatletos, makinorris, curtidos en mil batallas y con unas bicis que juraría no se hablaron con la mía en todo el viaje, sólo por no llevar esta cuernos de triatleta y tener además 3 platos para ir a molinillo.
Durante el viaje en autobús ya se vió que eso era en serio, en vez de ponernos un dvd de Ben-Hur, Blade Runner o mismamente La muerte tenia un precio, que motivan un montón, nos ponen el vídeo de triatlon de las olimpiadas de Atenas para andar con la mente bien programada. Al visionar a aquellas campeonas, nadar, pedalear y correr de manera sobrehumana y agónica, me daba la sensación de haber atravesado un agujero de gusano y estar descolocada en el tiempo.
Por la ventana se divisa un cielo gris-blanco y tormentoso que nada bueno presagia.
A la hora de comer llegamos a nuestro destino, con ese hambre que da el ver deporte televisado. El menú consistía en , pasta con A, Pasta con B, Pasta con C, etc...siendo A, B y C no precisamente vitaminas, sino las diferentes modalidades con las que se pueden tomar, macarrones, espaguethi y toda suerte de hidratos de carbono italianos, que, según nos dicen, es lo que los aguerridos deportistas necesitan antes de competir.
Yo al ver la montaña de spaguethi que me traen, la reparto entre la juventud, que ya se sabe tragan cual limas. No veas las caritas de alegría que me pusieron cuando dije.."¿quién quiere mas espaguethisssssss?'".
A través de la puerta del restaurant se divisa un cielo es gris-oscuro y se adivina una mar revuelto..algo que me produce verdadero pavor.
Una vez comidos, hay que ir a reconocer y memorizar el circuito de bici, pero en bici no en coche, de "tranquis " me dicen ; rápidamente concluyo que si reconozco el circuito hoy , mañana no me reconocerá a mí nadie en la carrera, porque el "tranquis" de ellos es el "me-se sale el higadillo por la boca" mío .
Pido el comodín del cafetito y la siesta y aseguro que con que lo memoricen ellos y me hagan una transferencia telepática me basta.
El tiempo se pone peor cuando compiten por la tarde los juniors, solo de verlos pelearse con las olas se me hace un nudo en el estomago, rezo a todos los santos, cristianos y paganos para tener sol al día siguiente.
Por la noche nos dan mas pasta , la equipación de la selección, de amarillo limón preciosa y una sesión de estrategia que se resume en ...acabar aunque sea a rastras y con la bici a cuestas.
Al día siguiente, el cielo en gris-negro, y llueve a cantaros.
Me aterran las olas en el mar, aún recuerdo el periplo en el triatlón olímpico de Barcelona , con olas de 20metros, bueno de metro, pero las muy puñeteras parecían mas altas, donde me juré a mi misma nadar sólo en mar plano y cálido, tipo piscina de Spa.

...Y aquí estaba yo, sin posibilidad de retirarme, porque se necesitaban tres para puntuar y yo era El tercer hombre, mujer en este caso.
El cielo esta negro -negro, el mar parece un monstruo y me cuesta ver las boyas, me pregunto donde estará la
Puerta Estelar por donde saltar a otro
Hiperespacio.
Nos pintan los números en muslos y brazos, mira por donde que me parezco a las del dvd del autobús....ya no me cabe duda de que he saltado en el espacio-tiempo.
Desfilamos las selecciones autonómicas, cantan los nombres por los altavoces, la verdad es que se pone la piel de gallina, llegamos a la playa y allí la visión es
apocalíptica, bueno a mí me lo
parecía, pregunto a mis compañeras como lo ven y por la cara que ponen creo que también les
gustaría encontrar la
Puerta Estelar.
La amabilidad de los responsables de la federación es infinita y siempre están pendientes de darnos confianza y
traquilidad.
De repente anuncian que se pospone media hora el evento por el temporal, tiritando nos refugiamos en las carpas...pasa el tiempo y se pospone otra vez una hora....luego otra hora para anularse definitivamente el campeonato, no por el estado del mar, que parece que ese mar lleno de tsunamis no era nada para asustarse, sino por la bici que con las carreteras anegadas se hacia peligrosa.
Una mezcla de sentimientos me invade, alegría , relajación y descanso por un lado, pena por otro por no haber podido estrenarme en una competición de verdad, pero me llevo conmigo las horas vividas con mis comapañeros de selección, las risas, los nervios, la noche con mi compañera de habitación riendo y hablando como cuando eramos jóvenes y lo mas importante me queda el profundo respeto y admiración para los deportistas profesionales o de competiciones de nivel, porque puedo adivinar que tipo de temores y tensiones conlleva su actividad.
DEsconozco si surgirá otra oportunidad de vivir completa una experiencia así, a veces los elementos se confabulan para imponer su voluntad a la nuestra.

Algo similar le ocurrió al
faro de Ponce de León en Florida, el mas grande de la península y el que más dificultades pasó para poder funcionar, situado en un lugar llamado "Mosquito
Inlet" o
Ensenada de los MosquitosDesde su construcción en 1835, pasó por falta de abastecimiento de combustible, tormentas que lo destruyeron, ataques de tribus indios que robaron las lentes reflectantes y las usaron de adornos en sus vestidos, naufragios de los barcos que transportaban el material para su reconstrucción ...y así hasta 1887 en que por fin pudo iluminar con una imponente y majestuosa lente de Fresnel de primer orden.

Esperemos que no pase tanto tiempo antes de volver al ruedo de la competición estatal, porque no sé en que categoría debería competir dentro de cuarenta años.
..Como colofón la Puerta Estelar se materializó en dos amigos Xavi i Dolors que me rescataron y me llevaron a tomar un arroz a Alcanar que bien puede decirse que era de otra Galaxia de lo bueno que estaba.